Hay tantas cosas en la vida de una persona
que no se suelen contar, talvés por que en realidad sean sueños, o
talvés la realidad es cruel y bella a la vez. En fin, sigo viéndome al
espejo y mi rostro no es como el que recuerdo desde hace tiempo. Ya no
es como en verdad solía ser.
¿En que momento llegue... a necesitar cosas?
Lo
que veo de reflejo es una mueca que no podría ser capaz de hacer una
persona sin lastimarse la mandíbula y sus labios, los ojos desorbitados y
mis cienes están hinchadas con venas muy grandes. Pareciese que alguien
me hubiese golpeado una y otra vez en cada parte de mi cuerpo, como si
mi cuerpo estuviera otra persona que intenta ser idéntica a mi. Trato de
no verme todo el tiempo, es muy difícil hacerlo pues el misterioso
asecho que las nubes crean alrededor de mi me provoca miedo. Quisiera
estar con alguien mas. Quisiera dejar de ver el mundo gris que gira en
retroceso alrededor de mi. Hace que camine mal, que tropiece todo el
tiempo.
El recorrer los pasillos de mi casa y ver a mis
mascotas durmiendo me tranquiliza, el baño esta muy sucio, esta vez jure
no volver ha asearlo, mi hermano lo esta ocupando, no puedo creer
cuanto se demora en la bañera. ¡Siempre hace lo mismo!
No
tengo que demorarme, mi novia me espera en mi habitación, se suponía que
iría rápido a la cocina para prepararle su café y su rebanada de
pastel, todo por culpa de esas nubes que me observan y no paran de
hacerlo ni un momento, aun cuando cierro los ojos, se que me observan.
No lo estoy haciendo bien, hoy es el cumpleaños de mama y de mi novia.
Quien sabe con quien rayos ande mi madre, siempre el día de su
cumpleaños se va y no regresa por días, siempre llega oliendo fatal y no
deja de maldecirnos. No es su culpa. No es culpa de mama que papa se
allá suicidado, el fue muy débil siempre, no hacia otra cosas mas que
esconderse en el ático con su computadora. Tengo que hacer mi tarea, si
no la termino mi maestra de sociales me reprueba. Tengo demasiada sed.
Parece
que los vecinos tienen fiesta, están todos corriendo afuera, corren con
unas caras de sorpresa, tengo que llevarle el pastel y el café a mi
novia, llevo mucho tiempo escribiendo todo lo que pienso. De alguna
manera solo me permite enfocarme en los colores blanco y negro. Bueno,
en realidad son acromáticos, que idioteces estoy pensando. No puedo
evitar los murmullos de las nubes, no se que quieren de mi. Tengo
hambre, no se me antoja nada de lo que esta en la cocina, beberé agua de
la tina en donde esta mi hermano, es la única que sabe bien. Mi hermano
sigue allí, ¡Daah! me da igual.
Maldito mundo... en verdad te detesto.
Parece
que si escribo las nubes dejan de mirarme, que gran tranquilidad se
siente cuando se alejan de mi. Mi rostro se ve fatal. ¿Que pensara mi
novia de mi? Talvés por eso ha estado muy callada, parece que no le
gusto ni el café, ni el pastel. Siempre le he dado todo lo que ella me
pide, no se por que nunca recibo nada a cambio.
Están
tocando la puerta, seguramente los vecinos quieren que me una ha su
fiesta, no estoy de humor para ir a fiestuchas de la comunidad, mi madre
no se en donde esta, mi hermano sigue duchándose y mi novia no me
habla. Este maldita pluma ya se le esta acabando la tinta, es hora de
irme de aquí. ¡Las nubes no dejan de joderme! Necesito salir de esta
casa, siempre es lo mismo de cualquier forma, nunca encuentro a Mama y
mis hermano y mi novia siempre están en las casa a las que voy en busca
de libretas, plumas y agua fría. Sera mejor que no voltee a ver ha mis
vecinos al salir, al fin de cuentas, ninguno de ellos se acerca a mi,
después de que uno les hace sus deberes a cambio en un poco de varillas,
así te lo agradecen. Bueno, es verdad que todos dependemos del varo
pero. Cielos, debo de dejar de pensar en tonterías. Hablando de cielo,
espero que algún día me dejen asechar. Que se detenga el mundo, que deje
de dar vueltas.
Desearía dejar de ver las nubes grises... ¡Tengo que irme de aquí!
Es
hora de buscar material nuevo para seguir escribiendo... espero esta
vez poder verme en el espejo como en realidad soy, o taltvés la
realidad... ha dejado de ser real...
¡Diablos! ¡Diablos! La tinta se acab...
Emman.
Y como la lluvia cae, que impregna todo a su paso, que humedece
nuestra memoria y trasciende su frialdad hasta el alma. 