martes, 26 de febrero de 2013

Narcosis

Así es, soy extraño, mi conducta esporádica mente camaleónica me permite creer en algo momentáneo, hacerlo mio y desecharlo cuando me plazca.Soy un conjunto de vidas que busca parar el tiempo. Mirar la realidad como sólo un reflejo es algo muy común. Espero algún día poder ver lo que otros ven, despertar de este sueño, levantarme de la cama en la que me han acostado y gradualmente me han abandonado, caminar y sentir el frió que siento en la punta de mi nariz recorrer todo mi cuerpo...

Así es, soy extraño, quizá esta sea otra vida, que simplemente, deseo detener...

Emman.

Es el viento

Vuela la paloma en lo alto. Sus ojos contrastan el cielo y se convierte en su reflejo, en el cielo mismo. Lleva consigo lo que pareciese una bola de migajas de pan en su desgastado pico. Se detiene en un matorral mientras divisa una oruga de colores dorados en el hombro de una mujer, levanta su pecho color crema y con un chillido que pronostica la muerte de la oruga, se dispone a realizar el asesinato del día. Como si fuese un acto de trueque, la paloma deja la bola en el hombro de aquella mujer y con un impulso que le provoca sacrificar dos de sus plumas toma a la oruga y se esfuma con el azul y blanco del cielo.
La mujer, sorprendida de aquel suceso que conspiraba con su tranquilo caminar, decide voltear a su hombro en donde yacía aquella bola blanca que dejase el reflejo del cielo. Detuvo su andar y al revisar con indiferencia aquella bola, como el estruendo de un cañón le sorprendió en un instante su respiración y le provoco fuertes latidos; aquella bola también le arrebato una sonrisa y un suspiro. Y como si fuese algo que el viento le hubiese mandado, arrojo al aire aquella bola en respuesta de aquellas sensaciones provocadas.

Aquella esfera extraña era un pedazo de papel con las palabras: Vuela la paloma en lo alto. Sus ojos contrastan el cielo y se convierte en su reflejo, en el cielo mismo. Lleva consigo lo que pareciese una bola de migajas de pan en su desgastado pico. Se detiene en un matorral mientras divisa una oruga de colores dorados en el hombro de una mujer, levanta su pecho color crema y con un chillido que pronostica la muerte de la oruga, se dispone a realizar el asesinato del día. Como si fuese un acto de trueque, la paloma deja la bola en el hombro de aquella mujer y con un impulso que le provoca sacrificar dos de sus plumas toma a la oruga y se esfuma con el azul y blanco del cielo.
La mujer, sorprendida de aquel suceso que conspiraba con su tranquilo caminar, decide voltear a su hombro en donde yacía aquella bola blanca que dejase el reflejo del cielo. Detuvo su andar y al revisar con indiferencia aquella bola, como el estruendo de un cañón le sorprendió en un instante su respiración y le provoco fuertes latidos; aquella bola también le arrebato una sonrisa y un suspiro. Y como si fuese algo que el viento le hubiese mandado, arrojo al aire aquella bola en respuesta de aquellas sensaciones provocadas.

Aquella esfera extraña era un pedazo de papel con las palabras:


"No hoy, no mañana, en donde quiera que estés, siempre deseare tu felicidad y nunca te olvid..."

Emman.

Naranja-Rojizo.

Es otoño. Las olas golpean. El perro ladra cerca de la escuela. Me aturde el sonido del aire mientras mirando sus labios, dirige sus ultimas palabras hacia mí:
Ya no te quiero. Es mejor terminar.
El sonido de las cigarras detiene mis pasos, estoy enfrente de la estación que me pudiese llevar a mi casa, mi cuarto, mi computadora... Esta vez vislumbro el color de la tarde, camino decidido entre las vías, inhalo un viento cargado de imágenes y recuerdos de ella, cierro los ojos y sonrió, mientras mi cuerpo, se une con el color del cielo.