sábado, 6 de junio de 2020

ARIETE

Vendado corazón,
Que sin coraza,
Tú me has vendio.

Y es que su cara en mi alma,
De tan cara de olvidos
Cede, en cada suspiro.

Siempre dices lo que sientes,
Sin sentir lo que el silencio dice,
Al navegar en tus lagos grises.

Y entre el destierro y tu olvido,
Imploro me des tierras,
Y olvides lo ya vivido.

Para jamás culpar al tiempo,
Y en vida y en muerte,
No culparte en los días.

Porque te amo tanto,
Que con poco mi sol brilla.
Y sin querer,
te quiero todavía.

Emman.

viernes, 22 de mayo de 2020

LOS CONTEMPORÁNEOS Y EL TEATRO


LOS CONTEMPORÁNEOS Y EL TEATRO

Si tiene alguno, el remedio del teatro en México 
está en crearle un ambiente nuevo, 
hacerle respirar un aire puro,
desatarlo de una falsa 
tradición,
hacerlo recorrer un 
camino de orden clásico,
renovar su 
material humano,
sus útiles 
materiales y crearle amistades jóvenes,
vivientes que formen 
su nuevo público.[1]
Xavier Villaurrutia
El siglo XX en México fue un tiempo de cambios. En la cultura hubo una constante transformación en torno a las artes. Se experimentó principalmente en la pintura, artes plásticas y la literatura, abordando estéticas norteamericanas y europeas, buscando una renovación social, política y cultural. Provenientes de una revolución, este movimiento experimental buscó universalizar su propio contexto social, creando así a los Contemporáneos en 1928, grupo conformado por jóvenes intelectuales mexicanos que se dedicaron a difundir muchas de las innovaciones del arte y la cultura en la sociedad mexicana. La mayoría de sus integrantes eran de clase media alta, autodidactas, con cargos políticos, viajeros y políglotas. Fueron quienes direccionaron el curso intelectual y cultural del país, siendo un grupo de artistas incomprendidos y con visiones occidentales novedosas. De entre sus principales exponentes se encuentran Carlos Pellicer, Jaime Torres Bodet, Bernardo Ortiz de Montellano, Enrique González Rojo, José Gorostiza, Elías Nandino, Salvador Novo, Xavier Villaurrutia, Gilberto Owen y Jorge Cuesta. Este grupo intelectual se consolidó gracias a la apertura cultural e intelectual de la posrevolución.
Los Contemporáneos nacieron en oposición al Estridentismo, vanguardia mexicana creada en 1922. Tanto Estridentistas como Contemporáneos tenían una actitud distinta frente a su labor artística, lo que se traduciría en un enfrentamiento que rebasaría los límites de lo meramente literario y aunque ambos grupos buscaban innovación intelectual, en palabras de Luis Mario Schneider:
Los Contemporáneos se aclimatan en la cultura de la continuidad; lejos de decapitar la historia, logran dar un machetazo a la tradición. Más aún: enjuiciarla, estudiarla y reconocerse en ella implicaba para el grupo una autoafirmación y a la vez era un índice que los reconocía en sus aspectos y sus logros. Eran absolutamente historicistas, lo cual es comparable en la mayoría de sus ensayos, en sus repasos sobre la literatura mexicana, en esa reiterada metodología de resumir el proceso creador nacional desde la Colonia, pasando por el siglo XIX, hasta inscribirlo en los primeros años de este siglo para finalmente señalar su propia casa, el sitio que les correspondía.[2]

Para estos años el teatro tradicional en México estaba influenciado por obras españolas y mexicanistas, cuyas representaciones simbolizaban el carácter nacional y las nuevas visiones políticas y sociales provenientes de la Revolución. Los Contemporáneos como vanguardia buscaban acrecentar sus realidades, el también llamado “grupo sin grupo”, fueron personas alejadas de las visiones sociales ya establecidas en el país, dotando a las manifestaciones artísticas con una visión europea, alejando lo nacionalista y creando una literatura diferente a la ya consolidada en México. Dedicados a diferentes oficios y con diferentes personalidades, destacaban sus individualidades que plasmaron en sus obras, buscando el significado de la trascendencia; traducen obras de autores como Jean Cocteau, Jules Supervielle, Samuel Beckett, Eugene O'Neill, John Millington Synge, entre tantos más para consolidar una nueva forma de hacer teatro, creando así el Teatro Ulises.
El “grupo sin grupo” logró formar un estilo único y diferente en las vanguardias mexicanas.[3] En el Teatro Ulises se buscó un cambió en la dramaturgia del país, buscando más un contenido sensible y estético que una actuación inspiradora, influenciados por el teatro francés (Théâtre de l'Atelier), con escenografías al estilo de Picasso, musicalización de compositores como Darius Milhaud y diseños de vestuario de Coco Chanel, el Teatro Ulises se conformó en El Cacharro, ubicado en Mesones 42, en la Ciudad de México, de enero a marzo, y de mayo a julio, en el teatro Virginia Fábregas. Los Contemporáneos buscaban experimentar y revolucionar el teatro en México, principal medio de difusión en el país; realizaron experimentos tanto en la escenografía con Julio Jiménez Rueda como en la dirección con Celestino Gorostiza. En la escenografía estaban Manuel Rodríguez Lozano y Julio Castellanos, así como Xavier Villaurrutia, Salvador Novo, Gilberto Owen, Andrés Henestrosa, Clementina Otero, Lupe Medina, Ricardo Ortega, Isabella Corona y Antonieta Rivas Mercado como actores.   
El papel de Antonieta Rivas Mercado en este proyecto fue trascendental, convirtiéndose en la principal base impulsora en el grupo, siendo una mujer con gran conciencia intelectual se mantuvo constante en las actividades culturales. Por una parte, se desempeñó como promotora en las artes, rivalizando con semejantes como Alma Reed (estadounidense), Victoria Ocampo (argentina) y Eva Sikelianos (griega) por la difusión de pintores mexicanos como Manuel Rodríguez Lozano, Julio Castellanos y Roberto Montenegro. Promovió exposiciones de artes plásticas y pintores jóvenes y junto a Xavier Villaurrutia, Salvador Novo, Gilberto Owen, Jorge Cuesta, Agustín Lazo y Malú Cabrera, en una tarde mientras se reunían a tomar café conformaron el teatro y la revista Ulises.  
Cabe señalar que su puesta en escena no fue bien valorada y la audiencia era poca, pues buscaban alejarse de las obras tradicionales en México, permitiendo una vertiente vanguardista del teatro en el país. Se presentaron seis obras en cuatro programas, la primera de ellas fue Simili de Claude Roger-Marx, obra en un acto y traducida por Gilberto Owen. La puerta resplandeciente de Eduard Jhon Noreton, con la traducción de Enrique Jiménez Domínguez y ambas piezas dirigidas por Julio Jiménez Rueda. Posteriormente le siguieron Ligados, de Eugene O’Neill y cuyo traductor, escenógrafo y director se desconocen. Orfeo, de Jean Cocteau, traducida por Corpus Barga y causando polémica por su contenido provocador. Peregrino, de Charles Vildrac en traducción de Gilberto Owen.  El tiempo es sueño, de Henri Lenormand, traducida por Rivas Mercado, Celestino Gorostiza y bajo la dirección de Xavier Villaurrutia conformaron seis puestas en total, con dos funciones de cada una, evidenciando su interés en autores que les apasionaban pues ellos mismos eran los encargados de traducir dichas obras. Aunque la recepción no fue la que esperaban, tras su fracaso en las puestas en el Teatro Fábregas, finalizaron sus funciones en El Cacharro el 6 y 7 de junio de 1928, con la función de El tiempo es sueño, realizada en seis actos.
Se piensa que el fin del Teatro Ulises se debió a la situación económica de sus integrantes y al fracaso que tuvieron en el Teatro Fábregas. Fabienne Bradu[4] vincula otro factor al cese de las funciones y consiste en los celos que Manuel Rodríguez Lozano tenía por la relación amistosa y cada vez más cercana de Antonieta Rivas Mercado con Salvador Novo y Xavier Villaurrutia. Algunos de sus integrantes ni siquiera se enteraron de dichos acontecimientos debido a sus actividades en el ámbito intelectual, Gilberto Owen fue invitado por el gobierno de Plutarco Elías Calles como diplomático en Estados Unidos, algunos otros se enfocaron en sus obras y proyectos individuales; provocando que la crítica especulara y comentara acerca del fin de las puestas en escena.
El Teatro Ulises fue un movimiento experimental que cimentó las bases del teatro moderno en México y la vanguardia teatral e intelectual, sus integrantes fueron los principales líderes de los cambios culturales y artísticos del país en el siglo XX.


BIBLIOGRAFÍA

Bradu, Fabienne. Antonieta (1900-1931). México: FCE, 1991.
Bradu, Fabienne."Antonieta Rivas Mercado y el Teatro Ulises." Revista de la Universidad de México. No, 486, julio 1991.
Schneider, Luis Mario. Fragua y gesta del teatro experimental en México. Teatro Ulises. Escolares del viento. Teatro de Orientación. México: UNAM-Eds. Del Equilibrista, 1995.
Schmidhuber de, l. M. (1989). El advenimiento del teatro mexicano (1923--1938): Anos de "esperanza y curiosidad". spanish text] (Order No. 9019868). Available from ProQuest Dissertations & Theses Global. (303690502). Retrieved from
http://www.bidi.uam.mx:8331/login?url=https://bidi.uam.mx:8889/docview/303690502?accountid=37347
Sheridan, Guillermo. Los Contemporáneos ayer. México: FCE, 1985.
Villanueva, Rebeca Barriga, et al. Los Contemporáneos En El Laberinto De La Crítica. Edited by Rafael Olea Franco and Anthony Stanton, 1st ed., vol. 2, Colegio De Mexico, 1994. JSTOR, www.jstor.org/stable/j.ctv6jmwr3.
Villaurrutia, Xavier. Textos y pretextos. México: Ediciones Casa de España, 1940.



[1] Villaurrutia, Xavier. Textos y pretextos. P. 187.

[2] Schneider, Luis Mario. “Contemporáneos: la vanguardia desmentida”, en A. A. V. V. Los Contemporáneos en el laberinto de la crítica. p. 17.
[3] Sheridan, Guillermo. Los contemporáneos ayer. p. 37
[4] Bradu, Fabienne. Antonieta, 1900-1931. p. 245.

martes, 24 de marzo de 2020

AYRE

Ayer se equivocó la noche,
Y sobre sus lágrimas hizo un jardín.
Ayer se le olvido a la noche
Y el velo de amor no alcanzó a repartir. 

Y yace blanca en su río de sombras.
Y el viento le acaricia y la consola. 

Ayer la noche fue seducida,
Y desplegó su cuerpo en un mar azul.
Ayer la noche lloró sobre mis hombros
Y por mis mejillas escurrieron sus sueños. 

Y en suspiros despertó desamparada.
Y entre cánticos seco su tristeza. 

Puedes irte noche triste y no importa,
Porque queda luz donde hubo un fulgor,
Y aunque el día turbio hoy nos separa,
Serás siendo mía, sin ser mío tu amor. 

Ayer me encontró la noche
Y sediento mi ser agua clara me brindó.
Y ayer le platique a la noche
Que por tu amor toda la vida es poca. 

Y en su desfallecer me brindó cobijo,
Y yo antes del alba te bendigo,
Pues tu amor acarició mi faz,
Y es mi alma quien anhela tu felicidad. 

Emman.

martes, 10 de marzo de 2020

Un cuarto de hotel y Octavio Paz


La poesía de Octavio Paz ha sido reconocida por críticos y escritores en todo el mundo. Escritor del pensamiento, de la emoción y el entusiasmo, no sólo porque en ella plasma con precisión la esencia de las palabras, sino por el ingenioso juego con ellas y su estilo metafórico, el cual logra significar los sentimientos humanos, manteniendo una relación cercana entre su poesía y sus experiencias personales, aun cuando se trata de temas radicales como la muerte, el amor, la vida e introspectivos como el vacío y la existencia. De esta forma, en el poema “Cuarto de hotel” podemos encontrar una de las más grandes inquietudes del poeta: el tiempo, la memoria y la vida que ya se ha vivido.
En una etapa en donde los problemas sociales predominaban en México y España, lugar al que fue invitado al Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, le motivan a crear la revista Taller en 1938, periodo en el que escribe el poemario Puerta condenada (1938-1946) y escribir sobre las problemáticas del provenir del ser humano, en donde se encuentra “Cuarto de hotel”. En el poema, dividido en tres partes, hace una exhortación a la luz, ese espectro de flujo luminoso que dispone de sensibilidad al ojo humano y busca la redención de momentos que ya han pasado, Paz escribe buscando significar el recuerdo como un fantasma, que se transforma en nubes, cuerpos, olas y playas:

[…] ¿Yo soy ese
que baila al pie del árbol y delira
con nubes que son cuerpos que son olas,
con cuerpos que son nubes que son playas?

Como podemos apreciar, Paz, juega con la forma en la que atisba sus recuerdos, en sus imágenes refleja lo que bien podría ser un encuentro erótico con aquel cuerpo acuático femenino, como también podemos apreciar en el poema “Bajo tu clara sombra” en donde lo describe con mayor intensidad:

Toca tu desnudez en la del agua,
desnúdate de ti, llueve en ti misma,
mira tus piernas como dos arroyos,
mira tu cuerpo como un largo río,
son dos islas gemelas tus dos pechos,
en la noche tu sexo es una estrella,
alba, luz rosa entre dos mundos ciegos,
mar profundo que duerme entre dos mares.

Paz, describe un cuerpo femenino mediante imágenes relacionadas con el agua y la luz del amanecer. Así en “Cuarto de hotel” se vislumbra un cuerpo que “canta el agua, / la nube y vuela, el árbol y echa hojas, / un cuerpo” que “se despierta y le contesta.” El uso de la pregunta retórica responde a sus deseos por la remembranza debido a que le quema y lo persigue como un fantasma. El tiempo en el discurso poético se detiene, el presente, pasado y futuro se calcinan por ese momento de añoranza. Debido a que “no importan siglos ni minutos” cuando se atesora en la memoria un momento, haciendo alusión a que el tiempo del sol “es tiempo” nuestro y en nosotros recae como “gota de sangre o fuego: parpadeo.” Simbolizando la paz e intranquilidad que la memoria y el tiempo figuran en el ser humano, también descrito en “Piedra de sol” donde el recuerdo femenino a través del tiempo se mantiene “como la nube por tu pensamiento” puesto que “todas las noches llueves, todo el día / abres mi pecho con tus dedos de agua, / cierras mis ojos con tu boca de agua.” Siendo el agua también purificación y medio para adentrarse en el estado onírico, para estar y no estar.
En la segunda parte del poema, el escritor hace aún más evidentes las intenciones discursivas con su memoria, en torno a ese “río del pasado” y su correlación con él:

No se detiene nunca su carrera
y yo, desde mí mismo, lo despido.
¿Huye de mí el pasado?
¿Huyo con él y aquel que lo despide
es una sombra que me finge, hueca?

De manera retórica, podemos encontrar que el poeta se encuentra en constante autorreflexión, en donde él se aleja de su recuerdo y viceversa, en un espacio en el que se libera de las aprensiones a las que sus dudas llegan: “Quizá no es él quien huye: yo me alejo / y él no me sigue, ajeno consumado. / Aquel que fui se queda en la ribera.” De esta forma logra encontrarse en una situación de espejo, donde la ausencia y la indiferencia coexisten, pues a pesar de verse, no es él y ni el “yo” que contempla su imagen es capaz de redimir la incertidumbre de sus días; de esta forma el poeta se separa de sí mismo y de sus recuerdos.
En la tercera parte, Paz, de forma introspectiva indaga sobre su propia percepción estética del tiempo y las “identidades” que se han formado como resultado de aquellos fragmentos del pasado que ahora contempla. En un plano abstracto, él ya no mira los recuerdos desde lo profundo de su memoria, sino que lejos de la remembranza, observa a ese otro “yo” que vivió dichos acontecimientos y que no es el “yo” que se encuentra inmerso en sus recuerdos:

No hay antes ni después. ¿Lo que viví
lo estoy viviendo todavía?
¡Lo que viví! ¿Fui acaso? Todo fluye:
lo que viví lo estoy muriendo todavía.

En este momento discursivo, aquel recuerdo de la primera parte ha pasado a un plano secundario, como una justificación para adentrarse a un plano interno en donde el poeta reflexiona sobre el tiempo y su relación con él. Para Paz, desde su contemplación interna “no tiene fin el tiempo” y engaña, aparenta y simula los aconteceres malos y buenos, en un lugar en donde hay “puertas que dan a nada y nadie cruza”.
En los últimos versos, como resultado de su introspección al preguntarse quién es y hacia dónde se dirige, medita sobre su desolador destino, debido a que para él Dios está distante, restringido en algún lugar lejos del hombre profano:

Sólo el silencio lo despierta.
Cuando se calle todo y ya no canten
la sangre, los relojes, las estrellas,
Dios abrirá los ojos
y al reino de su nada volveremos.

El poema “Cuarto de hotel” es un conjunto de reflexiones sobre el sentido de la vida, de la dignidad, el sentir y las preocupaciones del hombre. Sus versos luminosos y naturales —acaso oceánicos, tropicales— logran plasmar las interrogantes trascendentales de nuestra existencia, en donde las soledades, el deseo, el amor y la realidad, condensan su obra poética como registro de un escritor apasionado por la importancia del ser consciente en su contexto.



REFERENCIAS
Paz, Octavio. Bajo tu clara sombra. (1935-1938). México: Tierra Nueva. 1941.
Paz, Octavio. Libertad bajo palabra. (Obra poética 1935-1953). México: FCE. 1960.
Paz, Octavio. Piedra de Sol. México: Tezontle. 1957

viernes, 7 de febrero de 2020

Liturgia de amor

Amor eres tú, en el alba y el ocaso,
en la urgencia y el descanso.
En el vértice cálido
y en vida y en muerte y acaso
mi fortuna está en tu latido.

Amor son tus noches de reparo,
de tibieza sublime y roces de encanto.
Donde besos y sonrisas sin hartazgo,
desembocan dulces ríos y luces lagos.

Amor son los sentimientos sanos,
la risa honda y el abrazo prolongado.
La caricia sin fronteras y sin desencanto,
el deseo honesto y los ardientes cantos.

Amor es el sueño que aún anhelamos,
la ternura de sonrisas y los sentidos llantos.
Es la noche y el día vuelta declamo
de buen augurio, prosperidad y amor.

Yermos de nadie

Yermos de nadie
y derroches de miel,
que en murra de gritos
expande el silencio,
procura la terneza
ya sin impaciencia.

El páramo se ha regado
y las orquídeas dispersas están.
Recoge tus pétalos
y tus vestidos engalana,
que pronto llega la noche
y tu piel ya sin el roce,
flagela el latir del corazón.

Junta tus perfumes
y persiste ante las cumbres
que el frío es tormento
y las noches tierno lamento.

Espera el nuevo día
con el temple de tus luces,
que al final de tu agonía,
llegará la lluvia dulce.

NOCHE



 I


Maderas frotadas
Sensor sonoro
Amor de nada. 


II


Y de penumbras
Cantante de vida
Aurora es la noche. 


III


Luciérnaga herida
Con tanto soñar
Da brillo a la vida.

lunes, 3 de febrero de 2020

La fuerza y la caza



Esta vez ha muerto Maljhir, hijo de Tholvad el gigante, la tormenta cada vez es más fuerte, las flamas que arden por venganza y reclamo nos brindan fuerzas para empuñar nuestras hachas, las olas del mar están inquietas, Escila está enojado.
Nuestro drakkar se mueve bruscamente, la sangre se impregna en nuestra piel y los gritos en nuestro corazón, los dioses han reclamado estas tierras para nosotros.
Han caído muchos: Lesvald, Kroud, Quowgart, ellos regresaran a la tierra que Odin nos ha preparado, las nornas han tejido nuestro destino, ahora gozamos de riquezas del este.
Odin, es tu ofrenda esta tierra y mi tributo esta sangre derramada, guíanos de regreso a casa, que la marea sea nuestro tambor de guerra y las olas nuestro escudo férreo, guía a tus hijos caídos por las llamas de Trundholm, aleja el hambriento invierno de nuestra tierra y bríndanos tu fuerza cada vez que haga falta.
Hemos regresado, estoy cansado, quiero dormir esta vez un largo tiempo, es necesario, mi corazón está lleno de sangre como el cáliz de los dioses, a llegado mi hora de regresar a Asgard, pero dejo en tus manos a Thorion mi hijo, el hijo de Ygsdrassil el árbol de nuestro pueblo...

Réquiem I


Me convierto en pensamientos, 
niebla y humo.
Olvidado, olvido, rodeado 
de esferas negras con recuerdos.

...Me han destrozado pieza por pieza.

La tinta se vuelve más espesa, 
las cascadas fluyen impacientes,
y desaparece mis presteza.

La mañana y el sol están próximos
mientras duermo en la alfombra 
creada de mis cenizas.

A dejado de importarme el otro lado,
a pasado ya todo mal y reclamo,
la fría primavera cobija mi cuerpo.

El sol ha llegado, su sombra se acerca
la tinta se seca y mis sonidos,
del radiante sol...

...por fin se alejan.



Mal eterno


Estas a tiempo de detenerme, la sangre que recorre por su cuerpo es de su nariz. Termina con esto de una vez.

No supe que decir, mi cuerpo era controlado por el frio que invadía mi mente y recorría mi cuerpo. Mi mandíbula y mi cien estaban completamente endurecidas, la rabia y el terror me devoraban mientras el seguía:

No tendrás más tiempo, nuestras vidas dependen de ti, ¡rápido!, ¡qué esperas!sólo tienes que acercarte un poco más.

Si, así somos, seremos eternamente sólo tú y yo.

Por mis ojos pasaban gotas de sudor, por alguna razón no podía dejar de mirar la mirada esperanzada de aquella mujer llorando y luchando por su vida, me recordó la primera vez que recibí un disparo. Quería vivir, tenía que vivir, por todas las personas cercanas que habían muerto yo tenía que vivir.
Impulse con fuerza una de mis piernas y me abalance contra el mientras me defendía de una puñalada con mi brazo. De un sólo tajo, cercené su cuello de la tráquea a la columna vertebral. Con la energía del temor que aún tenía, me quite el cuchillo de mi antebrazo y corte las sogas que ataban a la mujer.

Desperté un martes siete de abril. Tres días después de lo sucedido, en el hospital trate de borrar aquel momento. A él. A mis amigos muertos. A mi esposa. A mi hijo. Una furia latente dentro de mi corazón lastimaba mis recuerdos y mi mente hasta que recordé las últimas palabras de él antes de morir. Cesé de llorar y con mi mente en blanco las comencé a repetir una y otra vez:

Si así somos...
                  

               seremos eternamente...


... sólo tú y yo.

Emman


Quizá un Ángel


Es fenomenal encontrarse a las personas indicadas en la vida, cada vez más confirmo esas palabras mientras comparto el pasar de mis días. Siempre que salgo al trabajo siento una invisible distancia entre Amelia y yo, decido no despertarla y sólo le beso la mejilla depositando mi amor y deseos. En cada pisada pienso en cosas trilladas y rio pensando en los momentos maravillosos que vivo a diario con mi amigo, mientras preparo mi corbata y me dispongo a ofrecer mis servicios y productos de casa en casa.

Al principio comenzaba a sospechar que algo sucedía entre él y Amelia, bromeando sobre historias de infidelidad y observando como poco a poco se miraban cada vez más con cierto repudio y simpleza. Con el tiempo comprobé que sólo eran mis celos de recién casado, no había nada entre ellos. Últimamente he notado una cierta importancia y fijación hacia mí, el hecho de llegar a mi casa y al abrir la puerta me reciba en forma de coro un “¡Genaro!, ¡has llegado!” me llena de una felicidad única. Mientras fijamente esperan un reporte de mis ganancias e historias del día; noto una mirada de Amelia que me encadena, me llena de razón para seguir mi rutina, mientras siento la tranquilidad que le brindan mis abrazos y besos.

Por la mañana, justo al salir de mi casa observo al cartero pasar con la mirada evasiva platicando con la vecina. La conversación gira entorno a la inminente supresión del faro, la mente me comienza a vislumbrar mientras me viene una y otra vez la mirada de Amelia. Corro de regreso a la casa, quiero ver a Amelia y calmarla cuando se entere de que no habrá más que hacer aquí, justo me encuentro a la vista de la entrada de mi hogar y observo a Amelia abrazando de forma erótica y a mi amigo mostrándose concupiscente. Comprendí muchas cosas, mientras llegaban las miradas prisioneras de Amelia destazando mi espíritu. Decidí seguir el juego hasta llenarme de odio mientras con una sonrisa llena de una apacible locura los abrace y les explique lo que escuche mientras mirándolos a los ojos, lleno de repulsión y rabia les dije:

“Ya no importa en estos momentos, pues a partir de hoy. Siempre permaneceremos juntos… “


No pude dejar de mirar, a pesar de que intenté creer que era sólo un sueño, todo fue real. Siempre fui engañado y traicionado, creí completamente en ella, no, me cegué a mí mismo pensando eso, ¿cómo no puede estar conmigo el día de mi cumpleaños por culpa de sus padres? los sábados estrictamente tenía que estar en su casa con su familia, eso me decía. Mientras yo me sentía afortunado de tener a alguien así, ella estaba con otro hombre haciendo lo que hacía conmigo, diciendo las mismas palabras que me decía a mí, cuidándonos mientras ella lo hacía sin protección con otro, estoy seguro que sólo a mí me dijo que su periodo no le llegaba. ¿Tan usable y patético soy?


Ese día fui por el collar que ella quería y estaba agotado, era una especie de ángel en un pedestal azul claro con gemas en sus alas, mientras salía de la tienda con una sonrisa, la vi, caminando con un escote un tanto vulgar y falda ajustada; se veía aún más hermosa pues resaltaba sus atributos con esa vestimenta. Decidí seguirla sin que lo supiera, quería conocer a su familia, decirles que estoy enamorado de su hija y aceptaría felizmente estar el resto de mi vida con ella. Absorto en mis pensamientos de ensueño, la vi entrar a un club muy caro de la zona, seguramente se dio cuenta de mi presencia y ahora quiere jugar conmigo, pensé mientras estaba decidido a encontrarla y darle el regalo como una buena sorpresa.

La perdí de vista, mientras la buscaba escuche a dos empleados del club hablando muy confiadamente:

—Oye, ¿has visto la hermosa mujer que acaba de pasar con el jefe? Sí que esta buena, se fueron a los cuartos vip, es una afortunado. Le decía a su compañero mientras su pantalón se le abultaba más en la parte de la cremallera.
—Claro, esa chica es una de sus parejas del jefe, todos los sábados viene ella y se van al cuarto vip, ¿ya te imaginaras qué estarán haciendo esos dos verdad? así que no los molestes si quieres conservar tu trabajo.

Vaya par de chismosos, pensé que probablemente me estaría esperando en un cuarto vip como regalo de cumpleaños justo cuando vi una puerta entrecerrada y con luz en su interior, me acerqué y mi corazón dejo de latir por un instante. No lo podía creer, no podía dejar de mirar tampoco, era una mujer montada de espaldas en un hombre, pero su silueta era igual que la de ella, justo cuando pensé que no podría ser ella, volteo su cara sólo para decirle en eres el mejor con una lujuria que sólo ella yo pensé conocer. No pude, contener mi rabia, mi ira, comencé a llorar sin cesar mientras mis piernas se entumecían, las mismas expresiones y sonidos los compartía con ese hombre también. Me dolía tanto el corazón cuando recordaba como con tanta facilidad me mentía.

Tengo que detener esto, tengo que destrozar este momento.

Pensé mientras intente entrar, pero mis piernas no se movían, no querían hacerlo, de pronto me di cuenta que estaba muy excitado (en verdad soy estúpido) y arroje al suelo con todas mis fuerzas la bolsa que tenía aquel collar que ella quería y con el impulso mezclado entre dolor y furia, salí corriendo de ese lugar.

No fui a mi universidad por toda una semana, dormí esos días en el baño, era el único lugar en donde casi no tenía recuerdos con ella. Tenía siete llamadas perdidas y veintitrés mensajes de ella, no quería saber que me iba a decir, sólo quería olvidar todo lo que había vivido los últimos meses de mi vida, creer que dormí durante dos años y desperté justo hoy. De repente se escucharon sonidos raros en la entrada de mi puerta, como si quisieran abrirla, pensé que seguramente era la casera que estaba preocupada por no verme salir en las mañanas así que decidí abrir la puerta para ver quién era y al instante, después de girar la perilla una persona se abalanzo contra mí, era ella. me abrazo desesperadamente y me beso tan fuerte que comencé a sangras de mis labios. No dejaba de llorar, mientras susurrándome al oído me decía cosas como tengamos sexo toda la noche y te amo mucho, en verdad que te amo mucho.

Comprendí que ella en verdad me quería, pero también me di cuenta de lo vacía que en realidad era, se ocultaba de su vació y sus acciones teniendo sexo conmigo, como si fuese una expiación a su tristeza... a su soledad... recordé en segundos todos los momentos mis momentos con ella, comencé a llorar y la mire fijamente a los ojos y con un dolor que sabía nunca se borraría de mi corazón sólo le dije sin querer escuchar su parte de la historia...

Creo que debemos terminar...

Han pasado seis meses desde aquello, me contó que el hombre con el que estaba era su novio y levaban muchos años juntos y él había perdido todo el interés en ella, que incluso sabia de mi relación con ella y no le importaba en lo más mínimo. Ella sólo quería ser amada por alguien otra vez, que en verdad me amaba y que por eso dejo todo de lado para guardar el respeto que no tuvo conmigo en aquel momento, comprendía que en verdad me amaba y cambio para bien. Me juro que nunca más haría algo así en su vida, que en verdad estaba decidida en reconquistarme si me descuidaba, sólo pude decirle que me sentía muy feliz de haber amado a alguien como ella durante mucho tiempo.

Es sábado, las luces que rodean la oscuridad de la noche confortan mi visión, me ha invitado a su primer presentación como modelo de una prestigiada marca de ropa, mientras todos se asombraban por su belleza, sabía que ella sólo me veía a mí, que nuestros sentimientos eran sutilmente conectados mientras pasaba por la pasarela, sabía que nunca me iba a dejar de amar, que eternamente se disculpara por lo que sucedido. También pensé que en verdad la seguía amando, que sólo fue un lapso de soledad en el que buscábamos inconscientemente la aceptación de nuestros errores y tragedias, que quería estar siempre a su lado, que esto sólo nos había hecho madurar y unido fuertemente.

Salí de ese lugar y con una sonrisa la miré, pude leer sus labios ella me dijo te amo. Y cerrando los ojos, guardando en lo más profundo de mi corazón aquellas palabras, le respondí desde esa profundidad de mis sentimientos, desde la alegría de mi corazón.

Ven en cuanto puedas a mi departamento... a partir de hoy...
Vivamos nuestras vidas juntos. 

 Emman.

Heroena

Llevo horas pensando, días, meses... la vida es una soledad perpetua, reflexiono mientras deslizo dentro de mi piel una jeringa cargada de amnesias. Mientras recorre mi cuerpo, mi vista se nubla y mis sentidos comienzan a dejar de reaccionar.

—¿Qué es lo que quiero?)—

Llevo horas pensando, días, meses...

Humo viajero


Tras varios días entre diluvios y cabizbajos, logro regresar de mi viaje recurrente. El olor a tabaco que rodea mi sala es acogedor, las sillas vacías me llenan de una libertad única; por fin estoy en mi playa.
La contestadora con sólo un mensaje, es ella otra vez. Es extraño poder visualizar su silueta en la sala, la cocina, la mesa, mi cama... mostrándome el único afecto que conoce entre posiciones sugestivas y libidinosas, sonrisas que se esfuman como si fuese ese humo que ya no se ve, que sólo está en mi cabeza, dentro de mi.
Han pasado infinidades de historias en los últimos días, el coito ocular en el pecero y las miradas compasivas son frecuentes. Familias esclavizadas por culpa de ellos mismo, parejas que su única unión es la restricción y enojos, en fin. Ahora, en este momento quiero estar con ella, me pregunto si aún está molesta por mi recurrente y continua indiferencia a su existencia, al menos no parece estar molesta en el mensaje de la contestadora... qué más da...
El plan era vernos hoy para platicar de nuestros problemas y contarnos lo que ha pasado en estos últimos días. Como si intentara borrarse a sí misma con su lengua en mi boca, mi sudor y fluidos, como si pudiera engullir sus memorias. Creo que estas libertades y otras le han transformado en una persona volátil, pareciese un enorme globo hecho de piel y sutilezas falsas. Con su propio termostato de frustraciones, haciéndole ir más lejos, más alto, cada vez más distante de todo lo que le rodea.
No puedo negar que ella es un todo para las necesidades de un hombre. Como la mayoría de las personas busca: decidida -fácil-, sincera -sumisa- y con un gran sentido de frialdad -buen cuerpo-. Incluyendo el desprecio repentino que ocasionalmente me hace notar y el cuál necesito.
Espero y no me suceda lo mismo que a su novio, que se le podía mirar recostado en la estación de autobuses del vecindario. Pobre tipo, beber y llorar por ella todos los días no lograra cambiar su decisión, lo que ella dice es así y no hay más.
En fin, sólo me queda disfrutar de las delicias que mi penumbrosa casa me brinda antes de que ella llegue. Total, quizá nunca venga otra vez, creo que le molesto mi indiferencia, tal vez nadie vuelva a entrar o salir de estas habitaciones.
Esta tan en lo alto y yo tan lejos, tan tranquilo... esperando pacientemente su regreso.

A la distancia


Flor idónea de tierras purulentas.
¡Quién más que tú a la que quizá quise!

La remota al pasar la calle
llena de esencias y vientos pulposos.
Y así estamos, a la distancia
separados por yermos de insipidez.

Viendo nubes pasar entre nosotros
volcando nuestras almas disociadas al olvido.

Gozo perpetuo y distante...
Ofreciendo calidez, a la par de grandes sancadas.
 
Emman.


Sal


Sal

Sal tras la alabanza
mañana apartada,
asalta las camas,
Abarata a las almas
agazapadas.

Sal

Sabrás a la maldad
al alba pasar;
al cavar las llagas,
al salar las caras
amalgamadas.

Sal

Al tardar la calma
pasarás a amar,
cantarás baladas
a la acallada paz
a la aclamada mar

Hasta pasar
amansada

         Cada mañana.



Emman.

Cristales sedosos


A pesar de permanecer sereno y con facciones estáticas, no podía dejar de lado todo lo que le acontecía durante esos días. En vez de confirmar hechos sólo buscaba en las cosas otra interpretación, culparse de todo tratando de justificar las tragedias que cargaba en su corazón era lo único que lo hacía ser de una manera quizá lamentable, especial. Así era, pero esta vez había algo que no podía dejar de lado pues, de manera sorpresiva, esta vez alguien lo cameló de forma contradictoria pues no consistían en simples halagos, lo que le hizo cortejarla y pretenderla de forma muy formal. La mayor parte del tiempo le hacía ver que en realidad era un tonto y que lo único que necesitaba saber, era que la vida y el tiempo eran relativamente cortos, que en vez de pensar en cosas innecesarias comenzará a ver la grandeza que a veces guardan las cosas que carecen de importancia.

No parecía importarle nada, de hecho, las personas que no lo conocen tanto, nunca sabrían las cosas que le acontecen. Incluso yo no sabría nada si no me lo hubiera dicho. Dentro de sus ojos se guardaban recuerdos tan vivos que por ese motivo no expresaba sensación alguna de lamentación, su cara sin facciones le dibujaba una sonrisa de forma inversa. Manifestando una cara triste cuando estaba feliz y cuando estaba triste se le veía muy normal. 

No dejaba de contarme el poder de atracción que tenían los ojos de su último amor, "son como piedras preciosas, cristales alojados en la entrada de un valle en donde los males y bondades coexisten de manera mítica" mientras continuaba enalteciendo el rostro de aquella mujer, en sus ojos se le notaba un brillo parecido al que se ve en el flash de una cámara fotográfica. A ratos esa luz como por arte de una fatiga natural se apagaba, buscaba de entre sus bolsillos sus cigarros y fumaba con la mirada cabizbaja. Cuando terminaba, sus ojos se enfocaban en las nubes y recordaba con la misma intensidad detalles de aquella mujer a la que aún seguía amando pues el brillo y la felicidad que desbordaba de su presencia lo hacían ridículamente obvio. "si tu probaras el sabor de sus labios, estoy seguro que no querrías volver a besar nada más que no fuese tan sedoso" e iluminaba a las personas, era como un gran faro cuando hablaba de la mujer que le cargaba de una energía radial.

—No sé, será que sólo tu vez eso en ella, —le respondí cuando su mirada comenzaba a tornarse ansiosa—.
—Tal vez, pero ¿no crees que eso es lo mejor? pues sólo yo puedo ver a ella de esa forma.
—No sé —le dije de nuevo, como si mostrara una falsa indiferencia—, en cierta forma es un poco tonto si lo vez de forma seria.
—Quizá tengas razón... Pero, ¿y qué', en la simpleza se suelen encontrar las mejores cosas que existen en la vida.

Me decía estas palabras mientras cruzaba sus pies y volvía a mirar al cielo con su sonrisa triste, lo que me irritaba y me hacía ser condescendiente, pues sabía que en el fondo él tenía razón. Me desplomaba su alegría de forma lamentable, me hacía sonreír de forma vislumbrante aunque por dentro estuviera muy dolido. Al final de todo, él había ganado de todas las formas posibles y yo no supe que más decir y justo después de terminar de sonreír me despedí y me marché.

Al día siguiente cité a Mónica cerca del parque junto al centro comercial de Linda Vista y con toda la razón que habitaba en mi corazón. Con una sonrisa triste, le dije que lo nuestro ya no podía ser.

Emman.



Todo el tiempo


                    Y es que a veces me aflijo,
de ser sincero y honesto
cuando creo que las cosas giran
en anhelos perfectos.

                    Y es que a veces me desaíro,
de mirar a los ojos por ser
inciertos, al darme cuenta
que a veces sólo son reflejos.

                     Y es que a veces me desdeño
de caminar por la vereda de
mis sentimientos, pues de dehesa
se forman gateras de realidades.

                     Y es que a veces triste me torno,
de sólo dar sin más;
de seguir insistiendo.

                     Aunque me llene de desconsuelo.


Todo el tiempo.


Emman.