domingo, 8 de diciembre de 2013

Who cares?

Amanece como días anteriores, el cielo se tiñe de naranja y las nubes cambian su negrura por un tenue azul claro. El frío se desvanece paulatinamente y la luz comienza a invadir todos los espacios arrinconando a la oscuridad. Los perros ladran, la urbe resuena y el aire que respiro me sabe tan fuerte que decido contrarrestarlo con uno de mis cigarrillos, a lo lejos se ven las personas con prisa; con hijos, con comida, con cosas para vender, con miradas moribundas, con las manos frías. Mientras camino por las calles recuerdo, como todos los días por la mañana, el calor de tus manos y el brillo que emana de tus ojos; tu ímpetu y optimismo por seguir viviendo, el aroma de tu ropa y la calidez que brota de tu aliento. Sólo por un instante, recuerdo que estoy cerca de mi puesto, termino mi cigarro y mientras te saludo con la mejor de mis intenciones al verte pasar por la calle y seguirte de largo. La vida me golpea, me despierta del trance diario mientras compro un café y me alisto para vender en mi puesto. Periódicos.

Emman.



http://youtu.be/NN6li_-aGnA

Vuelo hacia un abismo precipitado

Habían atravesado la capa de nubes y un sol radiante bañaba todo el interior del avión. Mientras de sus ojos brotaban lágrimas en las que reflejaba sus recientes días, en esta soledad que aún permanecía y que pareciese esfumarse por la miradas que intercambiaban, escuchaba en su mente aquel concierto de piano en honor a Erik Satie al que ambos asistieron. Su indigno amor crecía cada segundo. El contacto de sus manos los desprendía del avión. Conociéndose de esa forma, ellos estaban seguros de lo que sentían y con un beso entrelazaron sus vidas como si fuesen predestinados por el tiempo a amarse. Al aterrizar, él espero estático y tembloroso, con su vida en la mirada, que volteara y corriera hacia el con una sonrisa. Pero ella, como si fuese una conducta natural de su amor y algo que hiciese como hábito, volteó y sonrió por sonreír. Tomando el brazo de su pareja que paciente esperaba su regreso en la entrada del aeropuerto.


Emman.

Piel canela

Comienzo a tener una fijación
por tu piel canela.
Su aroma con historias africanas, 
el dulzón perfumado de la caña mojada.
Y de ron que a mi razón y alma embriagas.

Tus facciones me comienzan
a parecer perfectas. una sonrisa seductora,
dentadura de perlas albas;
tu cuerpo me encadena, me encierra
en un calabozo de fuertes pasiones.
Que me empapa de amor y esperanza.

—Me derrites el alma cada vez que te siente mi cuerpo—.

Tienes el trópico en tus ojos y playas
en tus cejas, me convierto en algo pequeño
al mirar el contorno de tu cuerpo. Y me
vuelco en recuerdos, de piratas y diosas
de la noche pagana.

Aveces, de saber lo mucho que te deseo
me pierdo en deshoras de sueño
contemplando el brillo del sol que cubre tu cuello;
Conviertes mis anhelos y te concibo como inspiración.

Para volver de forma cíclica
a tus grandes ojos,
luceros que alumbran mi caminar
y me alimentan cual  fruto prohibido.

—Tú, que al estar cerca de mi, me conviertes en un ser adicto—


Quisiera enredarme eternamente en tu cuello,
mantenerme intacto ante tus pensamientos
para así intentar ser tu más grande deseo.

No sé bien, si soy merecedor
y tampoco es afán mio.
Si estos versos logran describir
esta hermosa creación humana

Desearía vivir mil años más cerca.
Y morir contigo, de lo que tu quisieras:
De amor.
De dolor.
De deseo.
De locura.
De lo que tu quisieras.

Ser tu único extranjero trazado
con tiza gris y blanca,
ser el poseedor de tus miedos,
realidades y conocedor de tu alma
tan oculta y camuflajeada.


Pues a fin,


         en el hoy y el ayer...

              


te convertiste
                       

                         


                                                            en los que más quiero.



Emman.

En palabras sabias

Eres manantial que
quema mi cuerpo,
ansiedad
que desgarra mi piel
y la posee cual trofeo.

Eres el amor y
dolor de mis pensamientos
más honesto,
lo mejor cuando quieres y
lo que más quiero
cuando puedes.

Eres belleza asesina,
protectora
de mis fantasías y
verdugo cruel
de mis temores.

En palabras sabias.


Eres
lo mejor

            que he conocido.



Emman.

¿Por qué?

Y es que así son las cosas,
yo te amo en silencio y
anhelo cada día bienestar
para ti en secreto.

¿Por qué?

Preguntarás con
una diminuta rabia por
quizá nunca saberlo.

Mientras lo sigo haciendo
esperando que algún día
también lo hagas.

Emman.

Germen y resignación

I


Se cubre bajo las sabanas
invitando con su mirada viajera
al eterno vació de un falso amor.


II


—¿Quién él?

Se preguntaba mientras sus cuerpos
se aproximaban lentamente al infinito.
Enhuesados, dejaban atrás el mar
de indiferencias y a la par se convertían
en arena fértil para Megascolides.


III


Es inevitable el suspiro propicio
al mirar lo que yace bajo la piel.
Bailas emanando todo tu sentir
y nos volvemos así mismos
ajenos de nosotros y
de todo lo que nos rodea tras los
bordes de tu piel.


IV


Sin querer ser más ni nada
respiro el brillo de tus ojos mientras
devoro la parte más suave de tu lengua.
Perdiéndome en los contornos uniformes
de tus orejas...


V


Me tiene atrapado,
adentra su cuerpo al mio,
hunde sus frustraciones y esperanzas
mientras exhala mi esencia susurrándome
el silencioso latido de su corazón.



Emman.

He de decirte

He de decirte que no hay más valor distante,
la paloma en el cielo se evapora creando nubes,
las cascadas caen con repeticiones engañosas
mientras nuestra vista atisba nuevas personas.

He de decirte que las desiguales pisadas golpean los mares
de nuestra oscuridad, encontrándonos a la muerte
dentro de nuestra mente, provocando siluetas varias
que giran con sutil belleza rasgando nuestra piel.

He de decirte que si sigues tu camino, no podré mirar más
tu mirada herida esparciendo ríos en mis bosques solitarios.
Los cantos que evocan mi espíritu y renacen mis pulsaciones.
Hermosa paloma sobre el cielo del placer efímero.

He de decirte que si te disipas de mí habrá intemperie,
crearas ojivas cristalinas empapadas de melancolía.
Se perderán una vez más nuestros ojos y
los suspiros absortos entonaran el cántico del invierno.

He de decirte una sola vez más.
Astro de mis noches. Brote de mis atardeceres.
Que te odio desde el fondo de mi corazón
Y que también te quiero

con toda mi alma...


Emman.

Fanales ingenuos

Realmente no sabía lo que hacia, creí que era la manera más fácil de obtener dinero para el aborto. Mi novio me ha dejado y no tenía otra solución, no había nada más. Pensé al ver el anuncio en el periódico: “se busca mujer joven para modelar  lencería, gran salario y trato justo”. De inmediato llamé y obtuve el trabajo, al día siguiente me citaron en sus oficinas, una zona bastante lujosa, por un instante soñé en modelar en Francia, Italia, Alemania. Mientras hablaba con la recepcionista que me invitaba a subir al tercer piso.
En el elevador, a un costado se encontraba un sujeto bien vestido,  con voz agitada, jadeante, me comenzó hablar y al instante sus manos cubrieron mi rostro mientras escuchaba vagamente un “hola, buenas tardes”…
—Mira, esta despertándose.
—Ya era hora, quizá la excitación le ha despertado.
—¡Idiota!, es por que la estas ahogando.
—Jajajajajaja, lo siento, es que su expresión es genial.
No podía creerlo, no quería, mi llanto no paraba, el hecho de ni siquiera poder gritar me perturbaba a tal grado que colapsaba mi mente, una y otra vez. Mientras me sujetaban una docena de hombres como si fuese un trapo, mi cuerpo era desgarrado con tal frialdad que sólo podía sentir una agonía tétrica, mis deseos de morir en ese instante se hicieron presentes en convulsiones. Siendo atropellada por tantos hombres, perforando cada parte de mi cuerpo sin un poco de tacto, mi cuerpo sólo era un trozo de carne para ellos durante no sé cuanto. Ahogandome, llenandome y vaciandome de fluidos comence a perder toda esperanza y toda resignación se alejaba mientras más hombres llegaban. Mi cabeza no deseaba saber más, mi vista se nublaba mientras mis ojos, por inercia propia, comenzaron a desorbitarse.
Hoy sólo parece un mal recuerdo, una pesadilla. Sigo en el negocio, todos me tratan muy bien. Soy muy feliz por que ellos, a pesar de todo, no me han abandonado.
—Oye, ahora por favor, dame un hijo.
—No, yo te daré todo mi amor hasta que tengas un hijo mío.
—¡Cállense todos!, ahora es mi turno.
—¡Paren ustedes! ella me lo prometio a mi ayer.

  Tranquilos, no se preocupen, les daré un hijo a todos…



Emman.

Merienda

—¡Alguien! ¡ayúdenme! ¡por favor! ¡auxilio!

Gritaba con una desgarradora voz que despertó facciones de mi inmóvil rostro mientras arrastraba a su inerte novio. Deslizándolo hacia la habitación helada, comencé a recordar aquella niña de color canela, su piel llena de esperanzas se volvió fría en un instante.
Un hueco en el estomago y un aliento agrio me instaron a regresar en sí y acercarme a ella:

—¿Usted me va a violar, señor?

Me preguntó con una mirada que perforaba toda resignación, su vida se quería escapar por sus brillantes ojos, rojizos y húmedos. Lo que me provocó responderle con una sutil voz a la par de una sincera sonrisa:

—No, señorita. Yo sólo soy un caníbal.

La sombra de ti

Si tan sólo pudiera regresar el tiempo para cambiar algunas cosas...

Bastarían unas palabras para cambiar el rumbo de mi vida. Quizá ya estuviera muerto, o tal vez no pensaría igual que en estos momentos. No es que mi vida se aya convertido en una basura, me va bien sobreviviendo, me dedico a supervisar el trabajo de varias personas en una empresa pequeña. Últimamente no sé lo que sucede conmigo, finjo reír e invento situaciones que no he vivido para hacer feliz a las personas que me rodean. ¿Qué más da lo que me suceda?

Parece que nunca encontraré las respuestas de mi situación, ¿como es posible saber si las cosas malas son sólo errores? No dejo de preguntarme, de lamentarme desde el fondo de mi corazón por pretender tener algo que nunca fue mio. Quizá nuestro destino es algo que sucede todo el tiempo. Nuestros corazones se enfriaron desde el primer beso, siendo egoístas queriendo vivir siempre unidos, siempre juntos. A veces me hago a la idea de que no hay necesidad de estar triste y me vuelvo loco, me desespero por no poder derramar más lagrimas... He estado bebiendo últimamente con la esperanza de olvidar, de tener un poco de calor por las noches.

A veces sueño que estoy cerca del cielo, en colinas verdes con una cálida brisa de verano, la luz del sol refleja mi sombra de forma gigantesca. Y sin más, todo se vuelve oscuro...

Al despertar viene a mi mente el autobús con la publicidad de zapatos que se la llevo, que hizo que jamas la vuelva ver. Si tan sólo no nos hubiéramos encontrado aquella noche, si no hubiera estudiado en la misma escuela, si no hubiéramos peleado por pretender controlar nuestro futuro. No hubiera pasado nada de esto, o quizá aún estuviera a mi lado.
El recuerdo nunca dejara de doler, la vida es dura y nunca podré saber que me depara después de cada momento vivido. Ahora lo sé, quizá todo cambie en un futuro pero ahora...

...ahora ya no me sirve de nada.


martes, 26 de febrero de 2013

Narcosis

Así es, soy extraño, mi conducta esporádica mente camaleónica me permite creer en algo momentáneo, hacerlo mio y desecharlo cuando me plazca.Soy un conjunto de vidas que busca parar el tiempo. Mirar la realidad como sólo un reflejo es algo muy común. Espero algún día poder ver lo que otros ven, despertar de este sueño, levantarme de la cama en la que me han acostado y gradualmente me han abandonado, caminar y sentir el frió que siento en la punta de mi nariz recorrer todo mi cuerpo...

Así es, soy extraño, quizá esta sea otra vida, que simplemente, deseo detener...

Emman.

Es el viento

Vuela la paloma en lo alto. Sus ojos contrastan el cielo y se convierte en su reflejo, en el cielo mismo. Lleva consigo lo que pareciese una bola de migajas de pan en su desgastado pico. Se detiene en un matorral mientras divisa una oruga de colores dorados en el hombro de una mujer, levanta su pecho color crema y con un chillido que pronostica la muerte de la oruga, se dispone a realizar el asesinato del día. Como si fuese un acto de trueque, la paloma deja la bola en el hombro de aquella mujer y con un impulso que le provoca sacrificar dos de sus plumas toma a la oruga y se esfuma con el azul y blanco del cielo.
La mujer, sorprendida de aquel suceso que conspiraba con su tranquilo caminar, decide voltear a su hombro en donde yacía aquella bola blanca que dejase el reflejo del cielo. Detuvo su andar y al revisar con indiferencia aquella bola, como el estruendo de un cañón le sorprendió en un instante su respiración y le provoco fuertes latidos; aquella bola también le arrebato una sonrisa y un suspiro. Y como si fuese algo que el viento le hubiese mandado, arrojo al aire aquella bola en respuesta de aquellas sensaciones provocadas.

Aquella esfera extraña era un pedazo de papel con las palabras: Vuela la paloma en lo alto. Sus ojos contrastan el cielo y se convierte en su reflejo, en el cielo mismo. Lleva consigo lo que pareciese una bola de migajas de pan en su desgastado pico. Se detiene en un matorral mientras divisa una oruga de colores dorados en el hombro de una mujer, levanta su pecho color crema y con un chillido que pronostica la muerte de la oruga, se dispone a realizar el asesinato del día. Como si fuese un acto de trueque, la paloma deja la bola en el hombro de aquella mujer y con un impulso que le provoca sacrificar dos de sus plumas toma a la oruga y se esfuma con el azul y blanco del cielo.
La mujer, sorprendida de aquel suceso que conspiraba con su tranquilo caminar, decide voltear a su hombro en donde yacía aquella bola blanca que dejase el reflejo del cielo. Detuvo su andar y al revisar con indiferencia aquella bola, como el estruendo de un cañón le sorprendió en un instante su respiración y le provoco fuertes latidos; aquella bola también le arrebato una sonrisa y un suspiro. Y como si fuese algo que el viento le hubiese mandado, arrojo al aire aquella bola en respuesta de aquellas sensaciones provocadas.

Aquella esfera extraña era un pedazo de papel con las palabras:


"No hoy, no mañana, en donde quiera que estés, siempre deseare tu felicidad y nunca te olvid..."

Emman.

Naranja-Rojizo.

Es otoño. Las olas golpean. El perro ladra cerca de la escuela. Me aturde el sonido del aire mientras mirando sus labios, dirige sus ultimas palabras hacia mí:
Ya no te quiero. Es mejor terminar.
El sonido de las cigarras detiene mis pasos, estoy enfrente de la estación que me pudiese llevar a mi casa, mi cuarto, mi computadora... Esta vez vislumbro el color de la tarde, camino decidido entre las vías, inhalo un viento cargado de imágenes y recuerdos de ella, cierro los ojos y sonrió, mientras mi cuerpo, se une con el color del cielo.