lunes, 3 de febrero de 2020

El viaje


Es fenomenal encontrarse a las personas indicadas en la vida, cada vez más confirmo esas palabras mientras comparto el pasar de mis días. Siempre que salgo al trabajo siento una invisible distancia entre Amelia y yo, decido no despertarla y sólo le beso la mejilla depositando mi amor y deseos. En cada pisada pienso en cosas trilladas y rio pensando en los momentos maravillosos que vivo a diario con mi amigo, mientras preparo mi corbata y me dispongo a ofrecer mis servicios y productos de casa en casa.

Al principio comenzaba a sospechar que algo sucedía entre él y Amelia, bromeando sobre historias de infidelidad y observando como poco a poco se miraban cada vez más con cierto repudio y simpleza. Con el tiempo comprobé que sólo eran mis celos de recién casado, no había nada entre ellos. Últimamente he notado una cierta importancia y fijación hacia mí, el hecho de llegar a mi casa y al abrir la puerta me reciba en forma de coro un “¡Genaro!, ¡has llegado!” me llena de una felicidad única. Mientras fijamente esperan un reporte de mis ganancias e historias del día; noto una mirada de Amelia que me encadena, me llena de razón para seguir mi rutina, mientras siento la tranquilidad que le brindan mis abrazos y besos.

Por la mañana, justo al salir de mi casa observo al cartero pasar con la mirada evasiva platicando con la vecina. La conversación gira entorno a la inminente supresión del faro, la mente me comienza a vislumbrar mientras me viene una y otra vez la mirada de Amelia. Corro de regreso a la casa, quiero ver a Amelia y calmarla cuando se entere de que no habrá más que hacer aquí, justo me encuentro a la vista de la entrada de mi hogar y observo a Amelia abrazando de forma erótica y a mi amigo mostrándose concupiscente. Comprendí muchas cosas, mientras llegaban las miradas prisioneras de Amelia destazando mi espíritu. Decidí seguir el juego hasta llenarme de odio mientras con una sonrisa llena de una apacible locura los abrace y les explique lo que escuche mientras mirándolos a los ojos, lleno de repulsión y rabia les dije:

Ya no importa en estos momentos, pues a partir de hoy.

Siempre permaneceremos juntos… 

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